Bienvenido/Bemvindo/Benvenuti/Welcome

Hola a todos. Gracias por echar un vistazo a mi blog, pero no te emociones porque este blog no será tan fascinante. Ya tengo otro blog de mi experiencia en España, y se puede ver en la dirección nickcanfieldinspain.blogspot.com.
Ya verás en mi primer ensayo, pero soy un chico de CU que aspira vivir afuera de los EEUU. Soy senior y estoy, como cantó el Señor Martin, viviendo la vida loca en la universidad (bueno... quizás no sea tanta loca). Me gusta la musica, y por eso pongo una canción aquí.
Otra vez, bienvenido, y espero que te gusten mis ensayos tan aburridos!

lunes, 2 de mayo de 2011

El rey quita el peón

(¡Advertencia! Se debe de leer este ensayo como una broma y no como una persuasión de verdad. De verdad amo a todos los deportes y me encantan el fútbol y el ajedrez. Y no, no creo que España está sufriendo. Además, Lance Armstrong es uno de los mejores atletas del mundo, y es sólo que al final del Tour de Francia le falta un poco de energía. Ahora que ya sepan cómo leer este ensayo, ¡a leer!)

Primero, tengo que decir una cosa: me encantan los deportes. Me fascina la competencia entre dos entidades que luchan para mi entretenimiento. No obstante, me enfado un poco al ver ‘deportes’ que de verdad no son deportes. Ya sabemos cuáles son… Son los que no requieren esfuerzo para jugarlos. Son los que al ver los ‘partidos’, piensas tú que, “Yo podría hacer eso.” Pero el rey de todos los ‘deportes’ que no podemos aguantar, el líder de todos los minutos de vida que no podemos recuperar, está por todo el mundo. Este deporte es tan guarro que cada vez que paso por ello en la televisión al buscar canales, me doy un guantazo. Este deporte hace que yo cuestione la razón de la vida, y por eso, me preocupo por el bienestar del mundo. Estoy preocupado especialmente por la gente que siempre está viendo este deporte. Para tener un mejor bienestar mundial, tenemos que eliminar este deporte tan feo. Para empezar la eliminación y la terminación total del deporte más feo y aburrido del mundo, primero tenemos que eliminar este deporte en donde es el deporte más popular, donde les va a ayudar el máximo, donde les va a curar esta enfermedad. Tenemos una misión en nuestras vidas. En España tenemos, como cuidadores del bienestar mundial y de los deportes, que eliminar el fútbol y en su lugar establecer el deporte más ‘deporte’ del mundo en ese país: el ajedrez.

Primero, quiero subrayar que el ajedrez requiere muchas horas de jugar para ser profesional. Hay que entrenarse tanto la mente como el cuerpo para ser buen jugador. Levantar las piezas como pesas te ayuda entrenarse el cuerpo. El rey pesa lo más de todas, y por eso se puede ver los jugadores buenos haciendo ejercicio con las reyes en los fines de semanas. Además, hay que dedicar muchas horas para saber algunas cosas como los siguientes: cómo sentarse para que tus nalgas no se duerman, cómo prepararse un bocadillo que puedes comer cuando no te toca mover tus piezas, y lo más importante, cómo ganar. Hay muchas maneras de ganar, y no hay sólo una manera de ganar un punto como existe en el fútbol. A causa de que este deporte requiere mucha inteligencia, todos no pueden participar en este deporte, lo cual lo hace un deporte más importante y valorado en nuestras vidas. Además, hay tantas piezas que tienen papeles distintos, lo cual es nada parecido al fútbol. La reina tiene la responsabilidad de protegerle al rey. Los castillos, los caballos, y los obispos lo atacan al otro jugador e intentan ganar posición. Ver un juego de ajedrez también es excitante. No se puede saber cómo resultará el juego. Por estar muy cerca a los jugadores, se puede ver los juegos mentales que pasan dentro de los jugadores. La competencia del ajedrez es intensa, y muchas rivalidades se han establecido entre jugadores. Por ejemplo, la rivalidad entre Bobby Fisher y los ordenadores siempre nos ha puesto en los extremos de nuestras sillas. A veces los árbitros tienen que separar Bobby de su enemigo competidor. Una vez yo fui a uno de sus partidos intensos, e hicimos una entrevista. “A veces quiero darle un puñetazo al ordenador, pero siempre le escribo ‘bien jugar’ después de jugar con él,” me comentaba Bobby mientras comía su bocadillo y bebía su jugo. El equipaje del ajedrez también es otra cosa que le hace interesante. Los mejores jugadores compran las sillas plegables hechas del tejido más cómodo del mundo, y estas sillas hacen que esos jugadores juegan como maquinas sin hacer fallos. Los aficionados del ajedrez compran estas sillas y se sientan en ellas para sentir conectados con sus jugadores heroicos. Estas características son las que establecen el ajedrez como el mejor deporte del mundo. Estas características no son nada como las del fútbol, y por eso, tenemos que ayudarle a España a establecer el ajedrez como el deporte fundamental en España.

De nuevo, yo amo los deportes, y no quiero que nada mal les pase. Lo que no amo son las cosas que intentan bajar la significancia de los deportes reales como el ajedrez. Entonces, ¿por qué llamamos el fútbol un deporte? Sí, el fútbol consiste en personas, la mayoría de ellos es atlética, corriendo por una cancha por noventa minutos mientras juegan la pilla pilla con un balón, pero, ¿a quién le gusta correr y jugar con amigos? Nadie. ¿A quién le gusta aprender cómo trabajar juntos para alcanzar una meta? Nadie. ¿Quién quiere representar su comunidad por ser líder y un modelo a seguir? Nadie. Aunque sí hay unos goles que hacen que saltes de tu silla y aunque sí hay jugadores que son increíbles, el deporte en todo parece como Lance Armstrong al haber ganado el Tour de Francia: débil. También, este deporte no requiere esfuerzo. Nuestros niños pueden jugar este deporte fácilmente, y todo el mundo sabe jugar. Si todo mundo puede jugar el fútbol, ¿cómo puede ser que lo llamemos un deporte? Un deporte debe ser algo importante que valoremos como una sociedad y algo que sólo las elites puedan jugar. Un deporte debe hacernos mejor físicamente y mentalmente, y ahora el fútbol no está logrando esto, sino que está logrando nada. Debemos poner nuestro esfuerzo como una sociedad en el deporte que es lo más excitante. El deporte en que no sabes lo que va a pasar. El deporte en que a veces el sudar no significa que estás esforzándote. Este deporte, mis amigos, se llama el ajedrez, y España lo necesita.

Ahora, España está sufriendo, y se puede ver este dolor en el rostro de cada español. Cada vez que le veo a un español, lloro porque puedo ver que esta persona necesita un deporte en que pueda poner su alegría y su esfuerzo sin sentirse mal. Los españoles sólo parecen estar felices cuando ven y juegan el fútbol. Sus sonrisas y risas son nada mas una fachada escondiendo lo de adentro. De verdad, dentro de ellos hay un odio para este deporte. Hay un odio que siempre quema; un infierno que no los deja de agarrar. Este infierno es algo parecido a una noche después de haber comido mucha comida china, y todos nosotros conocemos ese dolor. Una vez le pregunté a un español, cuando estábamos a solas, cómo de verdad sentía por el fútbol. Él me dijo, “¡lo amo como mi madre me ama a mí!” Luego, entrevisté a su madre, y ella me dijo, “De verdad, no le he dicho a mi hijo, pero le odio a él…” ¡Exactamente! Esto prueba que de verdad a ese español no le gusta el fútbol y que está sufriendo. También los españoles sólo juegan el fútbol porque ya se han cansado de jugar el tenis y sus madres no les permiten jugar más los videojuegos. Malgastan millones de euros en el fútbol porque son adictos, pero nosotros tenemos la cura para esta enfermedad; tenemos el ajedrez.

El ajedrez les quitaría el dolor de los españoles. El ajedrez proveería una fuente de alegría y entretenimiento que no terminaría para ellos. Los españoles no tendrían que seguir actuando como si estuvieran felices al ver y jugar un deporte porque de verdad estarían felices con el ajedrez. Y si logramos esto con España, otros países se juntarían con nosotros en el camino para un mundo sin deportes malos. Primero el fútbol caerá, y luego los maratones, el bádminton, y las carreras de go-karts derrumbarán. Esto crearía un mundo en que se puede sentir inteligente y físicamente fuerte. Un mundo en que los niños juegan un deporte que verdaderamente les gusta. Con el paso del tiempo, el fútbol desaparecería del mundo entero, haciendo que nosotros seamos sanos y no enfermos. Esto es mi deseo, y todo eso se cumplirá si logramos reemplazar el fútbol con el ajedrez en España. Por eso, os pido que os juntéis conmigo en esta senda, que me ayudéis en esta meta lejana, y que me deis su apoyo. Gracias, y que dios nos ayude…

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