Bienvenido/Bemvindo/Benvenuti/Welcome

Hola a todos. Gracias por echar un vistazo a mi blog, pero no te emociones porque este blog no será tan fascinante. Ya tengo otro blog de mi experiencia en España, y se puede ver en la dirección nickcanfieldinspain.blogspot.com.
Ya verás en mi primer ensayo, pero soy un chico de CU que aspira vivir afuera de los EEUU. Soy senior y estoy, como cantó el Señor Martin, viviendo la vida loca en la universidad (bueno... quizás no sea tanta loca). Me gusta la musica, y por eso pongo una canción aquí.
Otra vez, bienvenido, y espero que te gusten mis ensayos tan aburridos!

lunes, 18 de abril de 2011

Ensayo Libre

Un día de toros, partidos, y borrachos
Me desperté con el ruido del conductor hablando en el altavoz. “Hemos llegado a la estación de autobús, y espero que te hayas disfrutado del viaje.” Yo, todavía vestido en mi traje de las corridas de los toros, me abrí los ojos y vi que eran las diecisiete horas. No pude dormir más, y empecé a recordar lo que había pasado aquella mañana. Aquella mañana, cumplí con un sueño que había tenido por mucho tiempo: yo corrí con los toros. Sentía que los toros todavía me seguían aunque de verdad yo estaba en un bus que iba de Pamplona a Madrid. Aunque tenía mucho sueño y ya habían pasado muchas cosas ese día, mi día no había terminado; otro evento espectacular iba a suceder más tarde. Sólo faltaban 2 horas hasta el partido del campeonato de la Copa Mundial. Después de arrastrarme el cuerpo de la parada del bus hasta la estación de Chamartín, me subí al metro para llegar a casa. El olor de sangría y sudor lentamente me estaba matando, y no podía aguantar más. Al llegar a casa eran las dieciocho horas; una hora hasta el partido. Mi padre español me dijo que él me iba a llevar al centro de Madrid para ver el partido, pero no sólo me llevó: fuimos para el centro de Madrid en su Rolls Royce Silver Dawn. Mi noche sólo había comenzado…
Mi padre español me dejó en el centro de Madrid y él regresó a casa. Me reuní con los amigos que fueron conmigo a Pamplona para correr con los toros, y ellos también estaban casi muertos de sueño. El centro de Madrid, lleno de madrileños, parecía una culebra. La gente se movía hacia las pantallas grandes que, desde lejos, mostraban unos puntos rojos y anaranjados luchando por el derecho de ser los mejores del mundo. Los jóvenes dominaban las calles, emborrachados y emocionados. España contra Holanda: el mejor partido del siglo pasaba frente mis ojos. A veces los gritos de alegría me rodeaban; a veces estos se convertían en unos gritos de rabia. Unas palabras importantes eran ‘Xavi’, ‘Puyol’, e ‘Iniesta’. Ellos eran los héroes combatiendo a los holandeses. En el minuto 116 España finalmente comenzó a ganar. 1-0. El gol de Iniesta incendió la capital. Todo mundo saltó sin parar por cinco minutos abrazándose y besándose. El partido seguía, y ningún otro gol fue metido. Cuando por fin acabó, estábamos en pleno caos. Eran las 23 horas, España había ganado, e íbamos a divertirnos.
Yo y mis amigos pasábamos por las calles y los lugares famosos de Madrid. La Castellana. La Plaza de España. Todas las calles estaban llenas de españoles saltando, gritando, y cantando. “Que viva España!” “Yo soy español, español, español!” Entramos en algunas discotecas para unas copas y para bailar, pero no pasamos mucho tiempo en ellas. Eran las tres horas, y parecía que la noche no iba a parar.
El punto más loco de la noche fue cuando descansábamos un poco al lado del Museo del Prado. Dos personas, en plena vista, hacían el amor en una lomita en frente del Prado. Parecía que a esas personas no les importaba si otras personas las veían, y además parecía que a la gente no le importaba que ellos lo hacían en plena vista de todos. Una situación un poco más loca ocurrió cuando estábamos entre unos manifestantes y la policía. Los manifestantes no se quejaban de nada de la política, sólo querían expresar su emoción por los campeonatos. Los manifestantes tiraban botellas de alcohol hacia la policía y gritaban que querían una lucha. Yo tenía mucho miedo de la posibilidad de tener que luchar por mi vida. La policía estaba preparada para un motín, y yo estaba preparado para correr muy lejos de allí. Afortunadamente, no hubo un motín, pero muchas veces había gente huyendo de la policía con el miedo de ser detenida. Después de pasar dos veces por la ciudad, esperábamos en unos asientos hasta que se abriera el metro. Muchos españoles me preguntaron si yo era de los Países Bajos porque tengo pelo rubio, y cada vez yo les respondí, “Tío… no”. Cuando se abrió el metro a las seis horas, todavía había gente festejando por las calles. Yo no era uno de ellos, y el cansancio de correr con los toros y festejar por toda la noche empezó a dominar mi cuerpo. Con los ojos casi cerrados, entré en el metro y tomé una siesta. No sé cómo llegué a casa sin haber saltado mi parada de metro, pero yo, un zombi con un hambre de dormir, llegué a casa.
Al llegar, me tiré directamente en la cama. Había sido un día largo. Yo había corrido con los toros, había estado en un autobús por ocho horas, y yo había festejado con los madrileños por 12 horas. Tantas sonrisas. Tanta emoción. Tanta cerveza. Era el día más emocionado de toda mi vida, pero por fin había acabado. Cuando mi cabeza aterrizó en mi almohada, sabía que yo había participado en algo que no iba a pasar otra vez. Sabía que esa noche había sido la mejor de toda mi vida, y sabía que sería una historia inolvidable que yo les contaría a mis hijos. No recuerdo con qué yo soñaba aquella mañana, pero cuando me desperté, me fui a la televisión para averiguar si aquel día fue sólo había sido un sueño. Por fin, me convencí que era realidad, y tuve el vestido de las corridas y una resaca como prueba.

miércoles, 13 de abril de 2011

Esta es la última copa y nos vamos: Los botellones en España y Madrid

Como canta el grupo los Beastie Boys, “¡tienes que luchar para el derecho de festejar! (traducido por el autor)” En el caso de los jóvenes madrileños, tienen que luchar para seguir disfrutando de la actividad nocturna que se llama el botellón. El botellón no es una botella grande como significa literalmente el nombre, sino es una actividad nocturna de los jóvenes madrileños. Este ensayo intentará explicar qué es el botellón y por qué los jóvenes madrileños participan en ello. También comparará el botellón con las actividades nocturnas de los jóvenes estadounidenses. Yo usaré mis propias experiencias de los botellones madrileños para respaldar las comparaciones y los análisis de los botellones en España y Madrid, y también mis experiencias expresarán una perspectiva personal de este fenómeno. Este ensayo se da cuenta de que los botellones en España son parecidos a uno y otro, y por lo general usará información sobre los botellones españoles como una definición de los botellones madrileños. Cuando se puede notar unas diferencias entre los botellones de España en general y los de Madrid, este ensayo las explicará.

¿Qué es el botellón? Según El Botellón, un estudio de los botellones españoles en Badajoz hecho por la Universidad de Extremadura:
“El botellón es una forma de relacionarse los jóvenes, ni mejor ni peor que otras y en él se conoce gente y se relaciona uno con otros jóvenes de manera más fácil, son dos frases con las que dos de cada tres jóvenes del botellón están muy o totalmente de acuerdo…” (Grupo de Investigación en Sociología y Estudios Territoriales)
La mayoría de los botellones ocurre los sábados, pero muchos ocurren los viernes. Los jóvenes españoles toman bebidas alcohólicas mezcladas de whisky, rum, ginebra con refrescos, y ellos pasan el tiempo hablando afuera de los bares y discotecas. Además, tenemos que identificar qué grupo de jóvenes participa en el botellón. Ochenta por ciento de los botelloneros tienen entre 16 y 24 años. Cincuenta y ocho por ciento de los botelloneros son varones. La mayoría de los botelloneros sólo son estudiantes y un porcentaje pequeño de ellos está desempleado. Ellos compran el alcohol de supermercados o de chinos, unas tienditas de las cuales la gente asiática son dueños. Los botelloneros son parte de un grupo mayor que se llaman ‘los gatos’. Se llaman así porque empiezan a festejar a las cero horas de la noche y no paran hasta el amanecer, y esta actividad es como la de un gato. Ya que ahora sabemos lo que es el botellón y quienes lo hacen, se intentará explicar por qué y cómo ocurren los botellones.

Una razón muy fuerte del botellón es la diferencia económica entre una copa de una botella del supermercado y una copa de un bar o discoteca. Entrar en una discoteca puede costar 15 hasta 25 euros, y comprar una copa en ella puede costar hasta cinco euros. Entrar en un bar no tiene costo de entrada como una discoteca, pero el costo de las copas puede ser más que el de las discotecas. Como escribió SaraYR para MadridCentroHoy.es, “Yo no estoy dispuesta a pagar 10€ por una mísera copa, cuando por 5€ hago botellón y me puedo beber 4.” Esta diferencia de precios les importa más a los botelloneros porque son jóvenes que no tienen mucha ‘pasta’, la palabra en Madrid para el dinero. Yo también he experimentado esta diferencia en Madrid, y estoy de acuerdo con el razonamiento de los botelloneros.

En la Plaza de la Puerta del Sol y en otros sitios de Madrid, hay gente que gana la vida por vender cervezas por un euro en la calle durante la noche. Esta gente suele ser de China, Japón y otros países asiáticos, y por eso se llaman, un término muy racista, chinos. Los jóvenes madrileños, por lo general, no les importa distinguir los tipos diferentes de los asiáticos, pero este tipo del racismo es un tema de otro ensayo. Esta gente no tiene el derecho legal de vender cervezas en la calle, pero la policía no puede combatir contra ellos porque hay demasiados “chinos”. Yo he comprado bebidas de esa gente, y esas bebidas son más baratas que las cervezas de los locales. Además de los chinos, la cerveza de los supermercados es tan barata también. Una caja de seis cervezas cuesta menos de dos euros en los supermercados comunes como Mercadona y Carrefour. Carrefour es como Walmart de los EEUU, y Mercadona parece un Walgreens. Con estos precios tan bajos, yo también elegía hacer a veces el botellón en vez de ir a los locales.

El horario del botellón madrileño también se puede explicar por el sistema de transportación madrileño. Cada ciudad en España tiene maneras eficientes de transportación, pero la manera más eficiente de viajar por Madrid es el metro porque tiene muchas paradas por toda la ciudad. Pero hay un problema; el metro no está abierto desde las dos hasta las seis horas de la mañana (MetroMadrid). Por eso, los botelloneros no pueden regresar a casa hasta que se abra el metro. El horario del botellón madrileño depende del horario del metro. Muchas veces yo tenía que esperar que se abriera el metro, y los jóvenes con quienes hablaba, tal como yo, estaban listos para descansar y dormir en casa. Si los botelloneros pudieran regresar a casa más temprano, creo que lo harían. Otra manera de llegar a casa después de que se cierra el metro es por taxi, pero ir en taxi cuesta muchísimo. También hay la opción de usar tu propio coche, pero muchos jóvenes madrileños no tienen coches. Por eso, el horario del metro influye en el horario del botellón en Madrid.
Otra razón influyente del botellón es la habilidad de conocer a nueva gente. Los bares y las discotecas ponen mucha música buena, pero un problema para muchos jóvenes es que la música de estos sitios es tan alta que no se puede hablar para conocer a más gente. Para poder hablar el uno al otro, se tiene que salir de ellas y encontrar un espacio tranquilo en un parque o en la calle. El botellón es exactamente eso: un fenómeno en un sitio público en cual los jóvenes pueden conocerse y tomar copas. Como mencionan unos jóvenes de Elmundo.es, “[el botellón] te permite hablar mejor que en los pubs llenos de gente…” Estoy de acuerdo con estos jóvenes porque sí he tenido que aguantar la música alta de muchas discotecas cuando de verdad quería estar con amigos en un lugar tranquilito. La combinación de las copas caras y la música demasiada alta influye que los jóvenes se reúnen en la calle para disfrutar de la noche con buenos amigos. Ahora se comparará el botellón con actividades nocturnas de los EEUU.

En los EEUU la edad legal para tomar alcohol es 21, la cual es tres años más de la edad mínima en España. Aunque es así, los jóvenes estadounidenses todavía participan en muchas fiestas sin haber cumplido dieciocho años. La universidad americana es la institución social más famosa del alcohol. Los estudiantes universitarios participan en las ‘fiestas en casa’, traducido de la expresión en inglés ‘house parties’, o en las fiestas de las fraternidades que son como los botellones. Los ‘house parties’ y los botellones son los lugares donde se reúne para beber alcohol y estar con amigos. También los dos proveen un sitio en donde se puede conocer a nueva gente. De mis propias experiencias en los ‘house parties’ aquí en la Universidad de Colorado en Boulder, la fiesta universitaria americana se enfoca más en los juegos de beber y en la música mientras que el botellón se enfoca más en hablar y conocer a nuevas personas. A causa de la posibilidad de ser detenido por la policía por beber sin tener 21 años, los jóvenes estadounidenses suelen mantener las fiestas adentro de la casa mientras los madrileños pueden hacer el botellón afuera. En los Estados Unidos el alcohol es carísimo en relación al precio de España, y por eso los jóvenes estadounidenses muchas veces compran la cerveza más barata de las vinaterías. En Madrid, el precio de la cerveza no es un problema para los gatos. Otra diferencia es que las fiestas americanas típicamente se terminan antes de las tres o cuatro horas de la mañana en comparación con el botellón que sigue hasta el amanecer o cuando se abra el metro.

En conclusión, el botellón es una actividad nocturna de los jóvenes españoles que les permite beber económicamente y conocer a otros jóvenes. Yo más o menos he sido un joven madrileño, y sí estoy de acuerdo con ellos; ahora, el botellón es la mejor manera de tomar copas y pasarlo bien con amigos. Es la opción más razonable en comparación con ir a las discotecas y los bares. El botellón es como los ‘house parties’ de los EEUU, pero la gran diferencia es que los ‘house parties’ se realizan adentro de casas y los botellones afuera. Ahora, yo y los jóvenes españoles pensamos que el botellón es la mejor manera de disfrutar de la noche, y creo que los botellones seguirán siendo un gran parte de la vida de los jóvenes españoles.

Las fuentes

Grupo de Investigación en Sociología y Estudios Territoriales. “El Botellón”. La Universidad de
Extremadura. (2001). Web. 3 de mar, 2011.
MetroMadrid. 2009. Web. 3 de mar, 2011.
Muñoz, Ricardo Fernández. “Una ‘copichuela’ bajo las estrellas”. Dec, 2006. Web. 3 de mar,
2011.
SaraYR. “¿Qué piensan los madrileños del botellón en el centro de Madrid?”. MadridCentroHoy.
16 de mar, 2010. Web. 3 de mar, 2011.

lunes, 11 de abril de 2011

Pregunta de opinion

Si fuera necesario que tú vivieras en otro país, ¿dónde vivirías tú? Dame unas razones y unas experiences que te llevan a tu respuesta.